sábado, 18 de mayo de 2013

Nuevas obras.





Mercurio Tinta s/cuerina ecológica  80 x 200cm

El planeta rojo Tinta s/cuerina ecológica 

Piedra lunar Tinta s/cuerina ecológica 



Animales Del Futuro






martes, 7 de mayo de 2013

Mi Propia Fauna


YaguareteRama  tinta/cuerina ecologica 70 x 200cm




 Mis dibujos viejos en Curriculum Cero, Ruth Benzacar & luego en el CCR.


*El gusto por lo raro

Con este título que preludia algo difícil de definir, intento describir mi gusto por lo que yo mismo llamo “raro” y como esto  hizo efectos en mi obra.                                                             Pues bien, ¿que significa el termino raro?, ¿hay una definición unánime para catalogar la rareza?, ¿todos tenemos las mismas nociones de algo raro?. La  Real Academia española define lo raro como:
“ || 2. Extraordinario, poco común o frecuente. || 3. Escaso en su clase o especies. || 5. Extravagante  de genio o de comportamiento y propenso a singularizarse.”
Quizás la que más me convence  sea la última. Si bien existen múltiples definiciones de la palabra y el significado de “raro” creo que puede haber una idea colectiva de algo raro pero que también  obedece a una percepción subjetiva de cada uno de nosotros. Lo que me paso con la rareza a mi es  casi lo mismo que relato arriba en “otras influencias” y sobre los detalles en animales y personajes. La rareza que a mí me llamaba la atención cuando la consultaba con otras personas parecía ser una rareza que no le importaba nada más que a mí. Irrelevante para los demás. 

El recuerdo del último Rino negro. 70 x 150cm

Néctar  tinta/cuerina ecologica 70 x 100 cm

                                                                                                                                                           Cuando empiezo a atar cabos sobre la rareza me doy cuenta que era el factor principal por la cual me llamaba la atención un dibujo, un animal o un personaje poco frecuente. Porque incluso dentro del reino animal, me gustaban mucho mas aquellos que eran más raros y que  a la mayoría no les gustaba: el pangolín, el cerdo hormiguero, las larvas de insectos o peces, etc. Y aprendí la rara vinculación entre mi gusto estético y un elemento que lo percibía como “raro”, anómalo o que no había visto antes. Y el reflejo más inmediato era dibujarlo. De esta forma se cierra un círculo de fetiches y gustos, que explicarían en líneas generales el por que de las imágenes en mis dibujos. No es casual que el primer disparador que uso cuando empiezo el proyectual de dibujo nº1, se el cine clase b con toda su gama de singularidades que describí “en el punto de partida”. Y mucho antes de descubrir esta clasificación de cine, había mirado otras cosas que me guiaron al cine clase B, relacionadas más que nada con la ciencia ficción o syfy. Una vez vi un documental de cómo se  elaboraban los diseños para las distintas razas en la serie “star trek” y una de las premisas fundamentales era que dentro de las rarezas que cada raza o especie presentaba, debía existir una relación con algún ser vivo de la tierra o si no una exageración del cuerpo humano, como el famoso vulcano Mr. Spock y sus orejas puntiagudas, o en las versiones noventosas Kes de la raza Ocampa. Estas relaciones eran para que el espectador pueda hacer un mínimo reconocimiento del elemento y que no sea algo extra terrenal e irreconocible. La fauna como diseño inspiro muchísimo al cine de ciencia ficción, que después el cine clase B trato de imitar por medio de sus efectos especiales de mala calidad.   




                                                                                                                                                                Ahora bien ¿como es que esto influencia en mis dibujos?. La fauna es fuente de inspiración para la humanidad desde el arte rupestre, así que no debería ser extraño que el cine de ciencia ficción y el B tomaran los animales para sustentarse a sí mismos. Y todo ese mundo que crean tan recargado, como ultra especial, lograron llamar la atención de mi agudo sentido por percibir la rareza y fueran disparadores directos para mis dibujos. Ahora que escribo por primera vez todos estos procesos, puedo darme cuenta de los efectos cíclicos que  los mismos temas vienen rondando en mí desde que era un niño.




Entre los animales y yo:
Desplegar nuevamente mis inquietudes por las morfologías de la fauna y por los animales en sí, sería volver a caer en un sinfín de detalles, anécdotas, sentimientos, sensaciones y creo, aun que sonando pretencioso, en ideales también de mis edades más tempranas que ya especifique minuciosamente. El gusto y la fascinación están claros y descriptos. También que mi vinculación con ellos se dio espontáneamente en los primeros momentos que empiezo a hacer uso de la razón y seguramente en los que no la usaba aun. Que mi acercamiento y su descubrimiento, por mi parte, se fundaron por hallazgos en la biblioteca de mis padres. Libros y enciclopedias  sobre la vida salvaje, ocultas en un mar de libros sobre odontología, medicina y muchos otros temas. Pero  el tópico que me llamaba la atención, que me inducia a revolver y agitar dichas bibliografías era el mismo… y como si fuera poco era aficionado a las bolsitas de juguetes “novetosas” que ofrecían una gran gama de animales (muchos de ellos amorfos o intentos de… quizás por un molde maestro fallido o un bajo presupuesto). Otro rasgo distintivos de estos muñequitos, era que venían de todos los colores por lo tanto eras acreedor de un zoológico en miniatura donde tu tigre podría ser verde y las cebras azules con rallas rojas, muy Warholl por momentos. Pero esta historia de curiosidades tenía una vedette exponiéndose sobre las demás extrañezas… en dichas bolsas de animalitos podías tener un elefante diminuto y un conejo del tamaño del elefante. Por lo cual la imaginación invertida era mucha, factor por el cual tengo que estar muy contento hoy en día, aunque el relato suene un poco irónico.                                                                                                                                    Por otro lado tenía mis propias producciones, las que eran en plastilina y hacia con mi mama. Podían tener incorporado algún elemento de un muñequito que se rompió o ser 100% hecho en plastilina.                                                                                    


Todas estas descripciones y actividades profundizaron mi gusto por  “la animalaria” y viéndolo retrospectivamente, cuando estaba en la facultad de artes visuales y hacia un ser extraño, conformado por diferentes partes animales, sentía que estaba haciendo algo rarísimo y ese sentimiento entre fervor -  diversión me resultaban nuevos. Y la verdad es que lo venía haciendo desde hace mucho, la tendencia se extendía en el tiempo, lo adquirido realmente era un nuevo modo de representar dicha experiencia. Cuando solo dibujaba percibía las distintas partes que componían un animal como elementos aislados que podían incorporarse a otra forma orgánica para ver cuál era el resultado. En toda construcción hibrida hay partes estructurales intactas y otras que se sacrifican o que quedan sin alterase del todo. Si la desmenuzara en sus partes más visibles podría pasar que estos ingredientes (ya que percibía las partes como “ingredientes” para realizar una nueva receta) forjaran un nuevo ser, por mínimo que sea el cambio (y que por lo general no eran mínimas las transformaciones).  Efectivamente era lo que pasaba.                                                                                                           Uno de los temas preferidos que dibujaba era como en Pompeya, hace mucho tiempo, personas y animales fueron alcanzados mientras dormían por la lava ardiente del volcán vecino. Este tema recurrente en mi trabajo me permite suponer dos cosas: una analogía y una metáfora.

 ese ser que petrifico (podamos reconocerlo o no) pero que a la vez crea una nueva estructura. Este hecho trágico en nuestra historia, lo tomaba como una metamorfosis donde si eran alcanzados por la lava, pero en los siguientes dibujos seguían con vida y una nueva apariencia fisca. Teniendo en cuanta que incluso desde la temática y la fantasía elijo contar una historia donde sus protagonistas mutan de una figuración ya establecida en otra cosa. Pero a diferencia de Pompeya donde el instante captado muestra a estas creaturas en una actitud de acción repentina, llena de dolor. En este otro terreno reciben este baño de mutación, casi deseándolo.
La metaforita: podía encarnarme en ser lava volcánica o convertirme en ella, para recrear nuevos seres y estos ni siquiera sentían dolor, aunque solo pasara en mis dibujos. Me gustaba y gusta protagonizarme como la naturaleza de un mundo diferente y propio.                                                                                                                                        Cabe destacar que este hecho histórico lo representaba solo con animales no había humanos en las versiones propias.                                                                                      

La fascinación del ser humano por los animales viene de tiempos remotos: ese primer intento por entender, por abarcar, la extrañeza del hombre ante la amplitud de la diversidad animal. Ese asombro que debieron sentir los primeros acumuladores o coleccionistas de restos fósiles, huellas, sorpresas, etc. cuando intentaron hacer las primeras clasificaciones del mundo animal.  Ellos eran hombres de ciencia, apasionados por el saber e intelectuales. Eso me hace sentir que no es posible una comparación entre ellos y yo o entre lo que ellos hicieron y lo que hago yo desde el arte. Definitivamente es un abismo (eso siento) pero si me identifico por el deslumbramiento y el descubrimiento por la naturaleza. La figura animal viaja por la historia confundiéndose entre las antiguas divinidades de culturas como Egipto, en la mitología de las sociedades greco-romana e integrándose mas tardé en bestiarios medievales y renacentista donde se intercambian realidad y superstición. En el siglo XVI y XVII, el mundo natural se comienza a clasificar y archivar en Europa, durante la época de grandes exploraciones y descubrimientos, en irrepetibles gabinetes de curiosidades y maravillas que intenta dar cuenta de la riqueza y variedad de las especies, con una incipiente vocación científica que reúne objetos exóticos, de aspecto raro y especímenes admirables. Estas primeras colecciones, dispuestas como un escenario en miniatura, pretendían la totalidad de recrear lo existente mediante el almacenamiento de los aspectos más insólitos. Los numerosos gabinetes de curiosidades biológicas se organizan formando un sorprendente espejo del mundo, que desconoce las fronteras entre el arte, la ciencia y la fantasía.                         Siempre me gusto observar esos fragmentos naturales que se cuelan en nuestra vida cotidiana en la ciudad, raíces que destruyen veredas, helechos y yuyos rebeldes creciendo en los lugares menos pensados, panales de avispas o abejas, hongos, verdín, hormigueros, mudas de piel abandonadas por las chicharras, capullos de orugas convertidas en mariposas,  los bichos acuáticos de la pileta, etc. Conforman la evidencia de una intensa vitalidad no humana que nos acompaña sigilosamente.



El syfy, fx y/o ciencia ficción como influencia: (libertades que me tomo).

De iz a der: Star trek TNG. - Swamp Thing / Tomates Asesinos - La ambrosia de Xena Princesa Guerrera- Star Trek TNG. y Voyager. Abajo a la iz Blizar del video game "Primal Rage" - Sindel de Mortal Kombat.


mariposa de la seda.